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Consumir alimentos ultraprocesados puede generarte depresión en el futuro, según estudio

Un análisis de datos halló que las personas que consumían una gran cantidad de alimentos ultraprocesados tenían más probabilidades de experimentar sentimientos de angustia, un síntoma de la depresión, una década después de consumirlos

El Estudio de Cohorte Colaborativo de Melbourne reveló que las personas que consumían grandes cantidades de alimentos ultraprocesados tienen más riesgo de sufrir angustia psicológica una década después. El vínculo se mantiene incluso después de ajustar las características demográficas, el estilo de vida y comportamientos asociados a la salud.

Numerosos factores contribuyen a la gravedad de los síntomas depresivos, las personas con esta afección tienen sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza y falta de interés en las actividades. Otros síntomas de este trastorno son cambios en el apetito, los patrones de sueño, los niveles de energía y concentración.

El estudio fue publicado en el Journal of Affective Disorders. La autora Melissa M. Lane buscaba examinar a jóvenes de entre 13 y 17 años para ver el efecto de los alimentos ultraprocesados y la mala salud mental. Este tipo de productos tienen aditivos, sabores artificiales y altos niveles de azúcares, grasas y sal; además las personas que los consumen tienen una dieta pobre en proteínas, vegetales y frutas.

Los participantes que comían o bebían más alimentos ultraprocesados tenían un 14% más de probabilidades de experimentar angustia psicológica, con respecto a los que se encontraban en el 25% más bajo de consumo de este tipo de comidas. Sin embargo, los estudios no son muy concluyentes porque varía el porcentaje dependiendo del país.

Menos del 10% de las calorías se derivan en promedio de los alimentos procesados en los países mediterráneos, este porcentaje supera el 40% en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia.

La dieta es vital

Mantener una dieta variada que contenga todos los grupos de los alimentos es vital para quienes consumen alimentos ultraprocesados diariamente. Este tipo de comidas incluyen artículos envasados, platos precocinados, productos cárnicos reconstituidos, congelados o no perecederos. También se encuentra en esta denominación los refrescos, refrigerios dulces o salados, la confitería y panes envasados.

Los resultados de la investigación indican que los participantes más propensos al consumo de estos alimentos son de Australia y Nueva Zelanda. Apuntan a que pueden vivir solos, tener una educación terciaria y participar en altos niveles de actividad física.

Estos individuos también tienen más probabilidad de tener una menor ingesta de proteínas, fibra y grasas saturadas, lo que genera una menor ingesta de energía. Además, la investigación señaló que estas personas consumían menos frutas y vegetales durante la semana.

Los autores del estudio indican que a los 15 años de seguimiento, un mayor consumo de alimentos ultraprocesados se asocian con una elevada angustia psicológica, indicativo de depresión. Además acotan que aunque la evaluación analiza los hábitos dietéticos en los 12 meses anteriores, no así los síntomas psicológicos.

Encontrando el equilibrio

No hay una recomendación precisa sobre la cantidad de alimentos ultraprocesados que puedes consumir. Sin embargo, puedes centrarte en reducirlos para mejorar tu calidad de vida, a la par que aumentas las comidas mínimamente procesadas.

Para ello, es importante que aprendas a leer las etiquetas e identificar qué ingredientes no son sanos. Por ejemplo, hay una gran diferencia entre un yogur que solo contiene leche, fresas, azúcar de caña, pectina y cultivos; y otro con leche, cultivos, sabor natural, azúcar, almidón de maíz y colorantes artificiales.

Ten conciencia de que los alimentos ultraprocesados generan adicción, por lo que será más satisfactorio para tu mente comerte una bolsa de papas fritas. Sin embargo, para satisfacer tu hambre puedes escoger verduras y guacamoles. Además que puedes generar la misma sensación de sabor y texturas que buscan en las comidas menos sanas.

También es importante cambiar las bebidas azucaradas por agua, agregándole cubitos de fruta, menta fresca o puré de frutas. De esta forma estarás eliminando los 13 terrones de azúcar que generalmente contienen los refrescos, por ejemplo. Así mismo, reducir las cantidades te ayudará a consumir menos calorías.

Por Ambar Román

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