Cómo combatir el estreñimiento de manera natural
El estreñimiento es un problema que afecta más a mujeres que a hombres y no solo cuando alteramos nuestra rutina diaria y nuestros hábitos alimenticios. Tienen razón los anuncios de la televisión: en verano tenemos más problemas para ir al baño, pero no se trata de un problema estacional.
Existen razones por las que el estreñimiento puede llegar a convertirse en crónico. La vida sedentaria es el primero, seguido de una alimentación escasa de fibra y la toma de algunos medicamentos. Más allá suelen ser factores concretos como el síndrome del colon irritable, los problemas depresivos y el estrés, entre otros los culpables de esta terrible dificultad. También lo padecen las personas que han dejado de fumar, puesto que la nicotina tiene efecto laxante.
Los problemas para evacuar no solo son molestos y dolorosos – pueden producir hemorroides y fisura anal, además de dolor de espalda –sino que también pueden ser graves y acabar en obstrucción intestinal. Se dice que padecemos estreñimiento cuando nuestra regularidad no es tal, es decir, no vamos al baño a diario, ni siquiera uno de cada tres días.
En la mujer influyen los factores hormonales, los embarazos y los partos, y puede ser un factor desencadenante del prolapso pélvico, un descenso de los órganos genitales que requiere de una intervención quirúrgica para poderlos sujetar de nuevo con una malla.
En cuanto a lo que podemos poner de nuestra parte para no convertirnos en una de sus víctimas existen dos cuestiones claves: el ejercicio y la dieta. Hay que caminar, hacer deporte, ejercicio, lo que sea para fomentar el tránsito y evitar el acúmulo de gases y por otro lado, planificar una dieta rica en fibra. Es decir, en fruta, verdura y cereales integrales.
Habréis visto que existen un sinfín de remedios caseros, naturales, productos combinados de semillas y hierbas que venden en farmacias y tiendas especializadas.A cada persona le va mejor uno que otros. Yo os recomiendo el Plantago Ovata. Además, importantísimo: beber agua, toda la que necesitemos diariamente y sentarnos en el baño de manera que facilitemos la evacuación. Anotad: sentados con los pies apoyados en una banqueta. La flexión de las rodillas sobre el abdomen nos facilitará la tarea.