Así es Pegasus, el poderoso programa invisible usado para espiar a decenas de políticos independentistas
El programa recopila toda la información de la persona espiada y la transmite a una entidad externa sin su conocimiento
Por Javier Gregori
Pegasus es un programa informático de espionaje, que (al contrario que la mayoría de ellos) no necesita ninguna acción del usuario, como abrir un archivo adjunto, para poder acceder a nuestro teléfono móvil o nuestro ordenador. Además es capaz de entrar en los teléfonos inteligentes (Android o iPhone) de forma totalmente invisible para el usuario.
Y aquí radica su doble peligrosidad, como explica a la Cadena SER Rafael Fernández-Calvo, informático experto en seguridad y miembro de la Internet Society: “Simplemente con recibirlo, ya está infectado y puede acceder a todos los datos e, incluso, encender el micrófono o el vídeo del teléfono móvil”.
Una vez instalado, es capaz de acceder a todos sus datos, además de activar la cámara o el micrófono, la geolocalización y «leer» el contenido de sus mensajes, aunque estén encriptados como Telegram o WhatsApp.
Después, este programa espía (en inglés “spyware”) recopila toda la información de la persona espiada y la transmite a una entidad externa sin su conocimiento. Y el afectado nada puede hacer: solo cambiar de teléfono, como le aconseja Rafael Fernández-Calvo: “porque si no, ahora mismo no hay herramientas, a no ser las desarrolladas por los gobiernos, para poder detener o poder eliminar este programa espía”.
Los orígenes de Pegasus
Pegasus funciona, al menos, desde hace seis años, cuando se descubrió su uso durante el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi. Según la empresa israelí que ha creado Pegasus, NSO, este sistema no está destinado al espionaje de masas, sino a la lucha contra el terrorismo y, según esta compañía, sólo lo vende a agencias de gobiernos democráticos.
Sin embargo, ya se ha descubierto que este programa-espía ha sido utilizado por países que no respetan los derechos humanos como Ruanda, Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos.
En total, más de diez países podrían haber comprado este programa espía, entre ellos, Azerbaiyán, Baréin, Kazajistán, México, Marruecos, Hungría o la India.
Pero unos 50 estados lo podrían ya haber utilizado para controlar a políticos y periodistas, según denunció el año pasado una investigación realizada por un equipo internacional de expertos en ciberataques.