El peligro de las luces LED para la vista
En demasiadas ocasiones no prestamos demasiada atención a nuestra salud visual, cuando es uno de los pilares de nuestra vida.
Ata Pouramini
Sobra decir la importancia que la información que captamos a través de la mirada tiene en todo lo que sentimos y hacemos. Entonces, ¿por qué no acudimos habitualmente a revisiones para comprobar si vemos bien o si necesitamos alguna ayuda en forma de lentes correctoras? Parece que solo consultamos al oftalmólogo cuando resulta evidente que nos cansamos al leer, que nos duele la cabeza o que no leemos la información de lejos o de cerca. También nos ponemos gafas en la playa o, si tenemos los ojos claros, en invierno cuando conducimos para evitar que nos ciegue la claridad.
Mi intención con esta exposición inicial es advertiros sobre el posible efecto negativo que la luz artificial está produciendo en vuestros ojos y la manera en qué lo estáis ignorando, bien por falta de información, bien por incredulidad. De momento, comienza a pensar que con el cambio horario, y si no eres muy madrugadora, vives con varias horas menos de luz natural al día. Si tu entorno laboral o tu casa, donde te encuentres a medida que se acerca la tarde, no tiene muchas ventanas, te verás obligada a adelantar la hora de encender las luces.
Esto no debería suponer nada negativo a no ser por el reciente cambio de bombillas, antes halógenas y ahora basadas en el sistema light-emitting diode o diodo emisor de luz. Es la llamada luz azul, a la que se atribuye no sólo la contaminación lumínica, sino, según recientes estudios, la propagación de la degeneración macular en el mundo.Uno de estos trabajos, que se ha llevado a cabo en la Universidad Complutense de Madrid, a cargo de doctora Celia Sánchez Ramos, asegura que la luz azul, presente en teléfonos inteligentes, tablets y LEDS puede dañar las células de la retina.
Además, a todo el tiempo que pasamos manipulando estos dispositivos debemos sumar, como digo, el que pasamos expuestos a entornos iluminados mediante leds. Mi consejo es que encarguemos filtros de luz azul para gafas y pantallas. En un principio podría parecer raro, como raro nos parecía antes ver a un japonés con una mascarilla por la calle. Ahora, cuando los niveles de contaminación atmosférica en las grandes capitales europeas comienzan a ser demasiado preocupantes no nos resulta nada extraño. Lo mismo, creo, pasará con la protección de nuestros ojos ante los avances tecnológicos.
Baja también la intensidad de las luces del hogar, sobre todo por la noche y distribúyela en pequeños focos. Contribuirá a tu descanso y a un sueño reparador.