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Decenas de millones por recuperar tu empresa

Según un reciente estudio de la empresa de ciberseguridad estadounidense Barracuda Networks el 6% de los ataques de tipo ‘ransomware’ analizados por la firma solicitaron rescates superiores a los 50 millones

Internet no es el negocio del futuro, sino el del presente. En menos de 15 años, hemos visto cómo las redes sociales se asentaban y se convertían en negocios multimillonarios. También hemos asistido al auge de ‘influencers’, de todo tipo y condición, que han encontrado en el mundo digital un medio para ganarse la vida. Exactamente lo mismo ha ocurrido con los criminales, que cada vez son capaces de sacar un mayor beneficio de los ataques que lanzan contra empresas. Según un reciente estudio realizado por la empresa de ciberseguridad estadounidense Barracuda Networks, actualmente en la mayoría de acciones en las que los delincuentes secuestran los equipos de compañías con virus informático se saldan con solicitudes de rescate superiores a los 10 millones de dólares.

«Estamos viendo una mayor profesionalización en las bandas que hay detrás de estos ataques. Al final, son organizaciones criminales que se mueven por criterio de máximo beneficio. Están desarrollando ataques que cada vez están mejor diseñados y están dirigidos contra organizaciones grandes a las que les pueden solicitar pagos mayores», explica en conversación con ABC Miguel López, director general de Barracuda Networks en España. La firma apunta que, entre los 121 incidentes que ha estudiado en los últimos 12 meses, solo en un 18% se demandó un rescate inferior a los 10 millones, mientras que en un 30% la cifra ascendió hasta los 30. En el 6% las peticiones alcanzaron, o superaron, los 50 millones.

Para llevar a cabo este tipo de ataques, que han experimentado un crecimiento del 64% respecto al periodo anterior, los cibercriminales emplean un tipo de código malicioso conocido como ‘ransomware’, capaz de dejar inservibles los equipos infectados con el objetivo de obligar a la víctima a pagar un rescate. Durante los últimos meses los delincuentes han empleado virus de este tipo en los ‘hackeos’ que sacudieron al SEPE o al Ministerio de Trabajo. También estuvieron detrás de las infecciones sufridas en primavera por grandes empresas estadounidense, como fue el caso del oleoducto Colonial Pipeline, cuya incidencia dificultó el suministro de combustible en la costa este de Estados Unidos durante cerca de una semana.

Barracuda Networks señala que el código REvil, originario de Europa del Este, ha estado detrás del 19% de los ataques analizados en el último años. Por detrás se encuentra DarkSide -el virus que atacó a Colonial Pipeline- que efectuó el 8% y al que se la firma de análisis Elliptic le calculó recientemente unas ganancias próximas a los 90 millones de dólares en apenas ocho meses. «El informe está especialmente centrado en los grupos que están más profesionalizados. Por desgracia, hay una tendencia al alza de que los ataques de ‘ransomware’ diseñados por estos equipos estén disponibles como un servicio. Esto implica que cualquier persona u organización cibercriminal más pequeña puede alquilar las herramientas desarrolladas por ellos para lanzar sus propios ataques», explica López.

El alquiler de código malicioso ha permitido a los grandes grupos aumentar sus ingresos. De acuerdo con expertos en ciberseguridad consultados por este diario, los desarrolladores del virus suelen recibir el 30% de los rescates que consiguen sus afiliados, que son los encargados de llevar a cabo la infección y negociar el rescate con la víctima. Los problemas empiezan cuando el afiliado se equivoca con la víctima y termina acaparando demasiadas miradas.

El último ejemplo lo encontramos el pasado mes de julio, cuando un ataque realizado con el ‘ransomware’ REvil contra la empresa de software estadounidense Kaseya causó problemas a cerca de 40.000 compañías a las que ofrecía sus servicios. La banda llamó la atención del Gobierno de Estados Unidos, y, apenas unos días después de realizar la infección, desconectó toda su infraestructura en línea en la ‘dark web’. Anteriormente, los afiliados habían llegado a solicitar a los negocios afectados un rescate conjunto de 70 millones de dólares. «Llamar tanto la atención, viendo como está la situación en política internacional, no es buena idea. Esta gente, al final, lo que quiere es dinero. No que se aumenten los recursos para ir contra ellos», dice Josep Albors, jefe de investigación y concienciación de la empresa de ciberseguridad ESET.

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