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Mourinho provoca una pelea a botellazos entre jugadores y técnicos del United y el City

Una victoria en el santuario de Old Trafford no representa solo tres puntos. De City a City, nadie les había ganado desde que lo hiciera el conjunto de Pep Guardiola la temporada pasada.

Fue la celebración animada de un triunfo significativo la que molestó a José Mourinho. El técnico portugués originó un alboroto en la zona de vestuarios, consiguiendo quizás su propósito de restar protagonismo a las críticas de su planteamiento temeroso. Una veintena de empleados de ambos clubes, incluyendo futbolistas, se enredaron en una trifulca en forma de melé con Mourinho en el centro del incidente.

Los opinadores británicos, sin embargo, no le compran la jugada. Oliver Kay escribe en ‘The Times’ que «Mourinho no está en posición de aleccionar sobre respeto». Mou se dirigía teóricamente a la zona de entrevistas cuando pasó por delante del vestuario visitante, cuya puerta estaba abierta. El volumen de los cánticos le inquietó y dijo algunas palabras en portugués, que entendió perfectamente el guardameta brasileño Ederson. El portero se mosqueó y ahí empezaron los problemas, con empleados de ambos clubs involucrándose.

«Mou no es el hombre para el Manchester United. Tiene el ego, pero no el temperamento ni la táctica”, sentencia Jason Burt en The Telegraph, criticando tanto su parcela futbolística como la extradeportiva.

Mourinho había acusado a los futbolistas del City de caer con facilidad. Tras el partido, el técnico del City contestó. «El mensaje fue el mismo que dirigía al Barça. Decía que los jugadores se tiraban. Es lo mismo. Pero cuando un equipo tiene tanta posesión de balón, es porque es un equipo honesto».

El portugués también cuestionó, aunque de forma educada, si era normativo que Guardiola luciese el lazo amarillo en sus apariciones. Una pregunta que el entrenador catalán tampoco esquivó: “Lo llevaré hasta que salgan de la cárcel. Si la Premier, la FIFA o la UEFA me quieren sancionar, de acuerdo».

Las escenas de Old Trafford, así como la discusiones entre jugadores sobre el césped y las acusaciones de Mourinho en la previa recordaron la parte más oscura de los Barcelona – Madrid de antaño. Fueron los jugadores del United quiénes se dirigieron específicamente al vestidor del City. También algunos futbolistas. Llovieron botellas de agua. Una de ellas lanzada por el delantero Romelu Lukaku, que hirió a un trabajador del City en la nariz, el peor parado. El exjugador y ahora asistente citizen Mikel Arteta también sufrió una corte en la frente.

El colegiado del encuentro, Michael Oliver, no lo presenció y por lo tanto no lo hizo constar en el acta, así que la Federación Inglesa de Fútbol ha pedido explicaciones. Tanto Manchester United como Manchester City tienen hasta el miércoles 13 para responder y se exponen a una sanción. Los clubs no niegan el episodio pero no han ofrecido una postura oficial hasta el momento.

No es el primer incidente en el vestuario visitante del Teatro de los Sueños. En octubre de 2004, Sir Alex Ferguson fue golpeado por un pedazo de pizza tras un partido frente al Arsenal. Nunca se supo completamente las particularidades del llamado ‘pizzagate’. Hasta hace unas semanas, trece años después, cuando Cesc Fábregas reconoció la autoría del lanzamiento.

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